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No fue un Gran Premio de Gran Bretaña sencillo. El caos, otra vez como en Le Mans, se apoderó de la carrera en el circuito ... de Silverstone. Una mancha de aceite en el asfalto causó varias

caídas, entre ellas de los hermanos Márquez, y obligó a sacar la bandera roja. Carrera suspendida. Se reanudó a los 15 minutos con una vuelta menos y los pilotos en los puestos que lograron

en la jornada del sábado. Era el momento de volver a encender los semáforos. Y de sobrevivir, algo que consiguieron Pedro Acosta y Fermín Aldeguer, sexto y noveno respectivamente. El

italiano Bezzecchi fue primero y se subió a lo más alto del podio. La carrera del de Puerto de Mazarrón fue notable. Llegaba a la jornada de este domingo enfadado con el equipo. «No tengo

moto para competir con los demás. Es frustrante», confesó 24 horas antes tras quedar decimocuarto en la clasificación. Pero el Tiburón selló un Gran Premio extraordinario. Serio sobre su

deficiente KTM, sin cometer errores, disfrutando de varios adelantamientos y aprovechándose de varias retiradas de pilotos como Quartararo, Acosta acabó sexto y satisfecho tal y como había

ido el fin de semana. Por su parte, el murciano Fermín Aldeguer vivió una carrera algo frustrante. Empezó caótica y se reanudó de la misma forma. El de La Ñora veía cómo pasaban las vueltas

y cómo iba perdiendo posiciones, en parte porque se pasó en más de una curva y cedió demasiado espacio a sus perseguidores. Algo que ya le ocurrió el sábado en la carrera al sprint. El

piloto del Gresini Racing acabó noveno, un puesto más que positivo teniendo en cuenta cómo transcurrió la cita en el mítico circuito de Silverstone. El podio en el Gran Premio de Gran

Bretaña lo completó el francés Johann Zarco, que terminó segundo, y Marc Márquez. El de Cervera se subió al tercer escalón tras una carrera en la que se fue al suelo tras la primera salida y

sufrió más de lo que esperaba antes de que se apagaran los semáforos.