Fundación oceanogràfic participa en recuperar frailecillos que se desorientaron en islandia

Fundación oceanogràfic participa en recuperar frailecillos que se desorientaron en islandia


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VALÈNCIA (EP). La Fundación Oceanogràfic participa estas semanas en un proyecto de recuperación en Islandia, centrado en la protección y recuperación de frailecillos atlánticos (Fratercula


arctica), una especie de ave catalogada como vulnerable por la UICN, y cuyas poblaciones se están viendo afectadas por la sobrepesca y la contaminación marina. Cada año, un gran número de


frailecillos anidan en las islas Vestmannaeyjar, al sur de Islandia. Sin embargo, algunos juveniles, durante el proceso de abandono del nido, se desorientan por las luces urbanas y acaban


aterrizando en la ciudad, incapades de volver a volar ya que estas aves solo pueden hacerlo si ven el mar delante, según ha explicado la fundación en un comunicado. Para mitigar este


problema, el proyecto busca recuperar a los pollos accidentados y devolverlos al océano, asegurando así su supervivencia. Este año, la Fundación Oceanogràfic ha aportado su experiencia


zootécnica y veterinaria al centro local de recuperación de frailecillos. Equipos especializados como máquina anestésica, máquina de rayos X --cedida por la empresa Veratec-- y máquina de


análisis de sangre --cedida por la empresa ZOETIS--, junto a un equipo veterinario desplazado a la zona, han permitido realizar diagnósticos y tratamientos adecuados a las aves lesionadas.


Las actividades diarias incluyen alimentación, limpieza y aplicación de los tratamientos médicos, así como pruebas diagnósticas incluyendo radiografías y analíticas sanguíneas, o la


realización de vendajes para aves con fracturas, suturas para heridas, y lavados para aquellos contaminados con hidrocarburos. La participación ciudadana es fundamental para el desarrollo


del proyecto. Sin la colaboración de la comunidad local y de los voluntarios que se dedican a rescatar los pollos desorientados, sería imposible llevar a cabo esta labor. Este esfuerzo


colectivo no solo ayuda a salvar vidas, sino que también fortalece el vínculo entre la comunidad y su entorno natural, fomentando una cultura de cuidado y respeto hacia la biodiversidad.


Este proyecto, que comenzó como una prueba piloto, busca también establecer una colaboración a largo plazo para la conservación de los frailecillos. Este esfuerzo tiene como meta no solo la


recuperación de los individuos heridos, sino también la preservación de la especie.