
Cancelación de préstamos estudiantiles por discapacidad
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Para el 2016, a alrededor de 114,000 prestatarios de 50 años o más se les retenía el 15% de sus pagos del Seguro Social porque no habían cumplido con los términos de pago del préstamo
estudiantil, según una investigación realizada por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de Estados Unidos (GAO) —en inglés—. La GAO halló que una gran cantidad de prestatarios con
discapacidades habían comenzado el proceso de solicitud de la cancelación de la deuda, pero nunca lo habían completado, incluso cuando era probable que tuvieran derecho a obtenerla; el 90%
de las personas de 50 años o más a quienes se les retuvieron beneficios porque no habían cumplido con el pago de sus préstamos fueron identificadas más tarde como con derecho a la
cancelación de su préstamo. El requisito de verificación de ingresos demostró ser el culpable en muchos de esos casos. A aproximadamente el 20% de los prestatarios de 50 años o más que
habían logrado la cancelación de la deuda de pronto se les volvió a restituir, en casi todos los casos porque no habían presentado el formulario, informó la GAO. Entretenimiento Paramount+
10% de descuento en cualquier plan de Paramount+ See more Entretenimiento offers > “En todos esos casos, las personas fracasaron no porque ganaban demasiado, sino porque no pudieron
presentar la documentación”, dijo Whitelaw. Es especialmente común, agregó, que las personas con discapacidades se vean bloqueadas por problemas como ese. Incluso cuando el Departamento de
Educación trató de facilitar algo las cosas para estas personas, muchas de ellas igualmente no completaron la solicitud para que se les cancele la deuda. En el 2016, el departamento escribió
a 234,000 prestatarios de todas las edades cuyos registros del Seguro Social indicaban que tenían derecho a la cancelación de su préstamo porque estaban discapacitadas, y que tenían grandes
probabilidades de que su solicitud se aprobara cuando la presentaran. Menos de una de cada diez de esas personas respondió. Bajo presión del Congreso y de los fiscales generales estatales,
el Departamento de Educación en el 2019 accedió a eliminar la documentación y cancelar automáticamente el saldo restante de los préstamos estudiantiles de aproximadamente 20,000 veteranos
que tenían una discapacidad total y permanente. Pero no se aplicó el mismo criterio inicialmente para los no veteranos; eso solo surgió el año pasado. Ahí fue cuando el departamento extendió
la cancelación automática a los no veteranos que, según la base de datos del Seguro Social, satisfacían la definición de sufrir una discapacidad total y permanente, o TPD. También eliminó
en forma temporal el requisito de una verificación anual de ingresos, un cambio que ha propuesto convertir en permanente. Un vocero del departamento anunció que se anticipa que las nuevas
reglas estarán finalizadas para noviembre. “Tenían toda esta información, y uno pensaría que podrían haber ido y cruzar las referencias”, dijo Lilly, pero recién ahora lo hicieron. ALGUNAS
BUENAS NOTICIAS Todos estos cambios tuvieron como resultado la cancelación rápida de la deuda restante del préstamo estudiantil de 400,000 prestatarios con discapacidades totales y
permanentes, por un valor de $7,800 millones, dice el departamento. “Escuchamos claramente el mensaje de los prestatarios con discapacidades y sus defensores sobre la necesidad de efectuar
este cambio”, dijo el secretario de Educación de Estados Unidos, Miguel Cardona. Pero el nuevo proceso se basa mayormente en registros de la Administración del Seguro Social para establecer
si la persona tiene una discapacidad total y permanente, que es la determinación necesaria para recibir la cancelación automática del préstamo. El problema es que, una vez que llegan a los
62 años, las personas con discapacidades se traspasan de los libros de discapacidad del Seguro Social a los libros de beneficios jubilatorios del Seguro Social. En muchos de esos casos, es
posible que la discapacidad que tuvieron ya no aparezca en sus registros. También es posible que los préstamos de las personas que no estaban discapacitadas antes, pero que sufrieron una
incapacidad después de jubilarse no se cancelen automáticamente. “Si sufres una discapacidad más adelante, cuando tienes más de 62 años y, supongamos, de pronto necesitas una silla de
ruedas, podrías tener derecho a la cancelación, algo que no tenías antes”, dijo Lilly. “Tal vez no sepas que tienes derecho a la cancelación por TPD, y eso no sucederá automáticamente”,
dijo. “Me preocupa el hecho de que hay personas que se pierden dentro del sistema”.