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Glenn Close mira a través del parabrisas de su camioneta azul y observa un cielo humeante en Montana. "Tenemos incendios por todos lados", dice mientras recorre el camino a través

de la bruma, pasando por bucólicos campos de trigo y pintorescas escuelas, con su fiel perro habanero, Sir Pippin, posado a su lado en el apoyabrazos. Incluso para alguien acostumbrada a una

escena dramática, la actriz se conmueve con las imágenes en el camino a su terreno en el pequeño Belgrado, Montana, enclavado entre las montañas Bridger y el serpenteante río East Gallatin.

"Me recuerda a un poema", continúa, recitando líneas de Yeats, algo sobre jardines, caos y supervivencia. Al llegar a una casa aislada con viejos graneros, un granero desgastado y

un arroyo que lo atraviesa, Close, de 77 años, se baja, seguida de cerca por Pip. Close es pequeña, pero de alguna manera resistente como un peón de granja con sus jeans desgastados, camisa

sencilla y gafas de sol de inspiración clásica. Su cabello corto plateado está peinado hacia atrás, dejando al descubierto sus pómulos patricios y su rostro plácido: un lienzo para una

multitud de personajes que el público ha amado y también ha reprobado a lo largo de los años. La actriz ha estado viviendo en Bozeman, que queda cerca, desde el 2019 y ahora está

construyendo una segunda casa en este pedacito de paraíso rural. Aquí, está rodeada de familia (tres de sus cuatro hermanos y su hija, Annie, son sus vecinos) y lejos de las multitudes

enloquecidas de Hollywood y Manhattan. "Necesito la naturaleza para sobrevivir", suspira, acariciando a Pip. "Este es nuestro santuario". Es comprensible por qué se

sentiría atraída hacia un refugio tan sereno. Glenn Close fotografiada en el capó de su camioneta Ford el 19 de septiembre en su propiedad en Montana. Fotografía de Andy Anderson Estilista

de vestuario: Annie Starke; estilista de cabello: Curtis William Foreman; artista de maquillaje: Melissa Oteri Los 50 años de la actriz en cine, televisión y teatro están poblados de

personajes escalofriantes que han mantenido a generaciones de espectadores al borde de sus asientos: la abandonada Alex Forrest, que mata conejos, en Fatal Attraction ("¡No seré

ignorada, Dan!"); la villana noble francesa del siglo XVIII, la marquesa Isabelle de Merteuil en Dangerous Liaisons; y, recientemente, la abuela poseída por un demonio en The

Deliverance, por nombrar algunos. Pero también es conocida por sus mujeres fuertes, robustas, de la tierra, quizás más parecidas a Close misma, que luchan contra la adversidad o la opresión:

Jenny Fields, la enfermera feminista en The World According to Garp; Sarah Wheaton, la novia ordenada por correo del medio oeste en Sarah, Plain and Tall; y la hermana sufrida y

sacrificada, Férula Trueba, en The House of the Spirits. La lista sigue. Son el tipo de actuaciones que inspiraron a Vanity Fair a calificar a Close como “una de las grandes actrices de

nuestro tiempo” y le permitieron acumular, hasta ahora, ocho nominaciones al Óscar y una gran cantidad de premios Emmy, Globo de Oro y SAG. "Honestamente, no pienso mucho en los

premios", dice, mientras arrastra una nevera desde la parte trasera de su camioneta y la coloca en una mesa de pícnic de madera junto al arroyo. Ella ha preparado almuerzo para

nosotros: ensalada de atún y manzana con donas de canela. "Siento que he hecho un buen trabajo si mi trabajo resuena con las personas". Dicho esto, está encantada con su premio por

su trayectoria artística, que aceptará en la próxima gala Movies for Grownups de AARP, porque ella también se frustra cuando enciende el televisor y no puede encontrar algo bueno para ver y

para adultos. "Es genial aceptar este premio. Mi hermana Jessie y yo vimos una película antigua anoche, y Dios, fue tan maravillosa. ¿Cómo se llamaba? Después, dijimos, 'Vaya,

solían hacer películas realmente buenas'. Definitivamente era una película para adultos". (Ella nos envió un mensaje de texto al día siguiente con el título: "My Cousin Vinny.

Nos reímos mucho”). Hollywood, y, por cierto, Montana, están a un millón de millas de la historia de origen de Close. Ella nació y se crio en Greenwich, Connecticut, hija del conocido

cirujano William T. Close (quien operaba un hospital en Zaire, ahora la República Democrática del Congo, y fue médico personal del dictador Mobutu Sese Seko) y la integrante de la alta

sociedad y filántropa Bettine Moore Close. Close pasó sus primeros siete años vagando por el campo de Nueva Inglaterra, jugando con su hermana Tina. "Teníamos títeres de mano Steiff,

los guardábamos en un pequeño cofre. Hacíamos espectáculos de marionetas e inventábamos cosas todo el tiempo. Actuábamos todo el día. Simplemente, salía naturalmente". A medida que

crecía, no tuvo problemas para encontrar cosas buenas para ver en la televisión, como varios cuentos de hadas y The Mickey Mouse Club. "Sentía que podía hacer lo que sea que esos niños

estaban haciendo en la película", dice ella.