Abuelos que ayudan con la educación virtual de los nietos

Abuelos que ayudan con la educación virtual de los nietos


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El año escolar se ha puesto en marcha durante la pandemia, y muchos padres y abuelos han asumido los papeles de maestro, tutor y asistente técnico. Miles de escuelas de kindergarten al 12.°


grado han optado por el aprendizaje virtual ante la amenaza de un brote de coronavirus, o han creado modelos híbridos que combinan la instrucción en persona a tiempo parcial y opciones


virtuales. Debido a que los estudiantes aprenden desde su casa y muchos padres también trabajan desde su hogar, los abuelos se han convertido en figuras fundamentales en el proceso


educativo. Además, más de 2.7 millones de niños viven en hogares sin sus padres, donde los abuelos u otros familiares cuidan de ellos, y necesitan la ayuda de sus abuelos. Pero la mayoría de


los abuelos no tienen experiencia en educación y pueden necesitar apoyo para ayudar a sus nietos con todo, desde ingresar a salones de clase en Zoom hasta hacer la tarea de matemáticas. La


madre de DeLise Bernard y sus nietos haciendo manualidades. Cortesía de Delise Bernard “Aunque la realidad de apoyar a los niños en el aprendizaje a distancia puede ser abrumadora, los


abuelos deben recordar que también es una oportunidad para compartir sus habilidades, sus pasatiempos y su tiempo con sus seres queridos de maneras nuevas y creativas y crear recuerdos


perdurables”, dice DeLise Bernard, experta y asesora en educación. Cuando las escuelas públicas comenzaron la transición a modelos de aprendizaje a distancia en marzo, Bernard lanzó un grupo


de Facebook en inglés llamado Surviving Homeschool (cómo sobrevivir la educación en casa) para ayudar a contestar las preguntas de los familiares que se ven obligados a desempeñar el papel


de maestros. Bernard educó a tres hijos en casa durante casi una década y quería compartir sus consejos y trucos. En dos días, el grupo atrajo a más de 2,000 miembros y ahora tiene más de


7,500. El cambio al aprendizaje a distancia forzó a individuos como Susan Hatcher, de 62 años, y su esposo Skip Hatcher, de 71 años, residentes de St. Augustine, Florida, a asumir nuevos


papeles: abuelos que hacen también de equipo de apoyo educativo para sus dos nietos, uno de sexto grado y otro de primer grado.