Cómo brindar cuidados a una persona diabética

Cómo brindar cuidados a una persona diabética


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CONOCE EL PLAN DE CONTROL DE LA DIABETES DE TU SER QUERIDO No todas las personas que tienen diabetes reciben el mismo plan de control, por lo que los cuidadores deben asegurarse de


comprender los detalles, advierte Neil Skolnik, médico de familia y copresentador del pódcast Diabetes Day by Day (en inglés) de la Asociación Americana de la Diabetes. “Es importante que


los cuidadores sepan cuáles son las preguntas adecuadas que deben plantear”, dice. Skolnik sugiere comenzar con las siguientes: “¿Cuál es nuestro plan con respecto a la dieta? ¿Cuál es


nuestro plan con respecto a la actividad física? ¿Y cuáles son los medicamentos adecuados que vamos a utilizar?”. Según Skolnik, es importante darse cuenta de que “los medicamentos no son


como en los viejos tiempos... cuando el único objetivo era reducir el nivel de azúcar. Ahora vivimos en un mundo diferente”. En la actualidad, los medicamentos se adaptan no solo a los


niveles de azúcar en sangre, sino también a otros riesgos y trastornos de salud de cada persona, como las enfermedades cardíacas y la obesidad, explica. Otro aspecto que varía son los


análisis de glucosa en sangre. Los cuidadores deben saber si su ser querido debe controlar los niveles en casa y con qué frecuencia, y también cada cuánto tiempo debe acudir a un laboratorio


para hacerse un análisis A1C, que mide los niveles de glucosa en sangre de los tres meses anteriores. Según la Asociación Americana de la Diabetes, es posible que un médico no recomiende


que alguien que controla la diabetes con una dosis mínima de medicación o únicamente con dieta y ejercicio se mida con frecuencia el nivel de glucosa. See more Salud y bienestar offers >


Por otro lado, el nivel ideal de glucosa en sangre también varía según cada persona, según Skolnik. El nivel mínimo ideal para una persona bastante saludable de 65 años puede ser demasiado


peligroso para una persona delicada de 95 años, explica. Los riesgos de reducir demasiado la glucemia incluyen confusión mental, convulsiones y caídas.   Poner en práctica un plan puede


suponer un gran esfuerzo para un cuidador, dice Angélica Herrera-Venson, una gerontóloga que dirige un sitio web sobre cuidados llamado Kapok y es directora adjunta de Administración de


datos y evaluación en el Consejo Nacional sobre el Envejecimiento. Los cuidadores suelen convertirse en “planificadores expertos” que se ocupan de las citas, los medicamentos y los


suministros, comenta. También se convierten en “superdetectives”, dice, para determinar lo que resulta eficaz. Diane Burk puede corroborarlo. Nos dice que aprendió, por ejemplo, que “cuatro


uvas” elevan el nivel de glucosa en sangre de su esposo, pero no así un par de panqueques. La mitad de una papa grande no causa problemas, dice, pero una papa entera sí. Video: Hábitos


diarios que podrían aumentar tu riesgo de diabetes BRINDA APOYO, NO VIGILANCIA Cuando se trata de hacer cambios en la dieta, modificar las actividades, tomar medicamentos y hacerse los


análisis de rutina, los cuidadores y sus seres queridos no siempre están de acuerdo. Entonces, ¿qué puedes hacer cuando tu esposo insiste en tomar un helado que le subirá el nivel de azúcar


en sangre o cuando tu madre no hace su caminata diaria? “La clave es ser respetuoso”, sugiere Eichorst. “La gente cambia a su manera. No es fácil hacer muchos cambios en el estilo de vida”.


Eichorst propone pedir a tu ser querido que se centre en un hábito a la vez, como desayunar alimentos más saludables una semana y caminar unos pasos más la semana siguiente. Y luego celebrar


esos logros. Según Herrera-Venson, puede ser de ayuda mostrarles la forma de mantener sus comidas favoritas en la dieta. Hay libros de cocina adecuados para diabéticos sobre todo tipo de


comida, desde la mexicana hasta la soul, comenta. Los aficionados al helado pueden conformarse con una porción más pequeña, una versión con pocos carbohidratos u otro postre, y hay más


opciones saludables de lo que la gente imagina, añade. “Antes se hablaba de una dieta para diabéticos. Ahora no existe nada de eso”, dice Skolnik. “Hay una dieta saludable”. Una dieta de


este tipo contiene pocos azúcares añadidos y alimentos procesados, e incluye muchas verduras sin almidón (como brócoli y zanahorias) además de frutas, grasas saludables y proteínas


procedentes de carnes magras o fuentes vegetales, según la Asociación Americana de la Diabetes. No elimina los hidratos de carbono, que todos necesitamos para vivir, indica Eichorst. Si


vives con una persona diabética, puedes ayudarla si consumes los mismos alimentos saludables, señala Skolnik: “Damos lo mejor de nosotros mismos cuando participamos todos juntos”. Diane Burk


nos cuenta que consume lo mismo que su esposo —“No preparo dos comidas”—, pero que se da el gusto de comer espaguetis o macarrones con queso cuando come sola o sale con amigos.