
Ruidos fuertes que pueden dañar la audición
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En nuestro mundo hay... DIJE: ¡EN NUESTRO MUNDO HAY MUCHO RUIDO! Los ruidos fuertes agreden nuestros tímpanos cada día: el tráfico, la televisión, los auriculares, el teléfono, el perro del
vecino, los niños que disparan fuegos artificiales aun cuando no sea 4 de julio. Y no olvidemos esas noches, allá en la década de los 70, cuando nos recostábamos contra los altavoces en los
conciertos de Aerosmith. Los últimos 16 meses (aproximadamente) han sido para muchos un período de menos ruido gracias a la reducción de actividades ante la pandemia. Pero a medida que la
vida vuelve progresivamente a la normalidad este verano, cabe reflexionar sobre el peligro que implica el aumento del ruido. En efecto, los sonidos fuertes no solo son una amenaza para la
audición y la calidad de vida, sino que, según investigaciones recientes, podrían ser muy dañinos para la salud. NIVELES DE DECIBELIOS * Avión de pasajeros: 106 dB* * Licuadora de cocina:
88 dB * Camión recolector de basura: 100 dB * Cortadora de césped a motor: 90 dB * Crujido de las hojas de un árbol: 20 dB * Conversación en voz baja: 50 dB * Martillo neumático: 100 dB
* Canto de pájaros: 44 dB * Ladrido de un perro: 90 dB * Motocicleta: 90 dB _*El ruido de un avión a 1 milla de distancia_ EL RUIDO Y LAS ENFERMEDADES La exposición diaria al ruido
podría contribuir en gran medida al riesgo de padecer un derrame cerebral grave, según un estudio reciente publicado en la revista _Environmental Research__ (en inglés). _Los investigadores
determinaron que el riesgo de sufrir un derrame cerebral grave es un 30% mayor para quienes viven en una zona ruidosa —por ejemplo, en una ciudad o cerca de una carretera—, mientras que
dicho riesgo puede disminuir en hasta un 25% para quienes viven en una zona verde tranquila. Funciona de esta manera: un entorno incesantemente ruidoso estimula una parte del cerebro llamada
amígdala, que regula la respuesta ante el estrés. El cerebro reacciona aumentando la presión arterial y los niveles de cortisona, una hormona relacionada con el estrés. Se sabe que ambas
acciones causan numerosos problemas cardiovasculares, entre ellos el derrame cerebral, señala el Dr. Douglas M. Hildrew, director médico del Yale Hearing and Balance Program. De hecho, según
la American Heart Association, quienes se exponen con regularidad al ruido excesivo —por ejemplo, cerca de aeropuertos y carreteras— corren mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón. Se
ha determinado con certeza que el estrés crónico contribuye a las muertes relacionadas con la supresión del sistema inmunitario, la diabetes, la acumulación de placa en las arterias
(arterioesclerosis), las enfermedades psiquiátricas y, posiblemente, el cáncer.