El sector olivarero exige un fondo europeo específico en la futura pac

El sector olivarero exige un fondo europeo específico en la futura pac


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Álvaro Gayán Córdoba 02/06/2025 a las 06:26h. El SECTOR OLIVARERO español ha alzado la voz con una propuesta clara y estructurada ante la inminente reforma de la Política Agraria Común (PAC)


post 2027. Asaja, junto con el resto de organizaciones del Copa-Cogeca (aglutina a organizaciones profesionales agrícolas y a cooperativa de toda la UE), ha elaborado una hoja de ruta que


reclama una respuesta política urgente para proteger el olivar tradicional, un modelo de cultivo clave para la economía, la biodiversidad y el equilibrio territorial de muchas zonas rurales


en España y el sur de Europa. El documento, aprobado en el Grupo de Trabajo de Aceite de Oliva y Aceitunas de Mesa del Copa-Cogeca, propone la creación de un FONDO EUROPEO ESPECÍFICO, fuera


del actual presupuesto de la PAC, destinado a dos objetivos diferenciados pero complementarios. En primer lugar, facilitar la RECONVERSIÓN DE OLIVARES TRADICIONALES hacia sistemas más


productivos allí donde sea viable técnicamente y económicamente. En segundo, apoyar de forma directa a aquellas explotaciones que, por sus condiciones orográficas o estructurales, no pueden


MECANIZARSE NI INTENSIFICARSE, pero cuya función económica, ambiental y social sigue siendo esencial. Eduardo Martín, secretario general de Asaja Sevilla, se muestra contundente: «Esta es


nuestra hoja de ruta. No podemos permitir que el OLIVAR TRADICIONAL QUEDE ABANDONADO. En muchos casos, no se trata de falta de voluntad, sino de imposibilidad técnica: hay zonas donde la


mecanización no es viable por el terreno, la pendiente o el tipo de suelo», explica. Martín insiste en la necesidad de un enfoque realista y diferenciado para preservar este modelo de


cultivo: «Si no podemos transformarlo, al menos debemos ayudarlo a REDUCIR COSTES Y MEJORAR SU RENTABILIDAD. Porque el olivar tradicional es mucho más que una actividad económica: vertebra


el territorio, fija población y conserva paisajes y ecosistemas únicos». ESPAÑA, LÍDER MUNDIAL España lidera con claridad el sector a nivel mundial, con cerca del 45% DE LA PRODUCCIÓN GLOBAL


de aceite de oliva. Este liderazgo no solo se traduce en volumen, sino en una responsabilidad de representar al conjunto del sector en las negociaciones europeas. «Por eso era necesario que


desde España impulsáramos este documento, que ya ha sido asumido por el conjunto del Copa-Cogeca», señala Martín. El documento también incluye una tercera línea de acción: el refuerzo de


los PROGRAMAS DE PROMOCIÓN tanto del aceite de oliva como de la aceituna de mesa de máxima calidad, especialmente aquellos que provienen del olivar tradicional. El objetivo es mejorar la


renta de los productores mediante una valorización comercial efectiva de su producto, en un mercado global cada vez más competitivo y presionado por las importaciones extracomunitarias. El


contexto internacional añade presión. Países como Túnez, Turquía, Marruecos y Argentina han incrementado su presencia en el mercado europeo con aceites de menor coste, gracias a modelos de


PRODUCCIÓN INTENSIVA y regímenes normativos más laxos. Mientras tanto, los productores europeos afrontan una crisis de rentabilidad, dos campañas consecutivas con cosechas históricamente


bajas y un escenario climático que limita cada vez más el acceso al agua y eleva los costes productivos. Más allá de lo económico, el olivar tradicional cumple una función de COHESIÓN


TERRITORIAL INSUSTITUIBLE. En muchas comarcas andaluzas y del interior peninsular, estos cultivos suponen el último dique frente al ABANDONO DEL MEDIO RURAL. Su desaparición sería no solo un


golpe al patrimonio agrario europeo, sino una pérdida irreparable para la identidad cultural, paisajística y social de amplias regiones del sur de Europa. Asaja advierte de que, sin


actuaciones de apoyo, el olivar tradicional «corre el riesgo de desaparecer al no ser competitivo» Frente a este panorama, el sector pide a la Comisión Europea, al Parlamento y al Consejo


que actúen con visión estratégica. «La PAC futura debe RECONOCER LA DIVERSIDAD de sistemas de cultivo en Europa. No todo se puede reconvertir. Y lo que no se puede reconvertir, no debe


morir», concluye Eduardo Martín. El documento será trasladado oficialmente a las instituciones comunitarias como contribución directa al FUTURO DEBATE sobre la nueva PAC. Con él, el sector


agroalimentario no solo plantea demandas: también ofrece soluciones concretas, viables y ajustadas a la realidad de uno de los cultivos más emblemáticos y estratégicos del campo europeo.


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