Sin materia gris, el arreón es el recurso

Sin materia gris, el arreón es el recurso


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Desde el inicio de la temporada, al Betis le falta un cerebro en la medular que sea capaz de parar, correr, pasar y retenerla cuando el juego lo demanda. Contra el Rayo, el Betis volvió a


mostrar sus carencias, las mismas en las que se retrata jornada tras jornada, y no sólo la de un centrocampista en la medular que durmiera el encuentro con el 2-0 a favor o elevara el ritmo


cuando el conjunto rayista jugaba con un jugador y medio lesionado en el último tramo, sino que la defensa volvió a enseñar debilidad y apenas nervio. Tal cuadro sólo permite un Betis que


depende demasiado de la inspiración, de un arreón voluntarioso o que el de siempre, quién si no, atine entre los tres palos. El papel de Dani Ceballos en la medular, si bien adivina los


espacios y es capaz de asociarse mejor que quienes ocupan el centro en otras ocasiones, no llega a ser, al menos todavía, el del manijero que tanta falta les hace a los verdiblancos. DEFENSA


Sufrió de inicio el equipo verdiblanco por los costados. Molinero y Vargas, desatendidos por sus compañeros, eran superados una y otra vez por Embarba y Bebé en un arranque de partido


ciertamente alocado. Aunque se rehicieron conforme avanzaron los minutos, fue el centro de la defensa el que fue víctima de ese periódico cortocircuito al que tienen acostumbrados al


respetable. Los dos goles rayistas tienen claros culpables de moviola. En el resto de líneas, el sistema defensivo no hizo aguas para clamar al cielo, aunque tampoco presionó lo recomendable


a unos centrales rivales muy lejos de Beckenbauer. ATAQUE La propuesta de Merino, más aún con el marcador a favor, consiste en permanecer lo más arropado posible atrás y obtener provecho de


la velocidad de Musonda o de la astucia de Rubén Castro en el área contraria. Mal lo tienen los béticos, en cambio, cuando es turno de atacar en estático. Ni por los extremos ni por el


centro fueron capaces de desbordar ni de enlazar acaso jugadas que provean de una ventaja con la que llegar franco al área. VIRTUDES La voluntad y la actitud de los futbolistas durante gran


parte del encuentro (con dos graves excepciones para lamentar). También el arreón final, jugado más con corazón que con cabeza. TALÓN DE AQUILES La horchata que corrió por las


venas de los centrales en el arranque de la segunda mitad y la carencia de un cerebro.