La cena señorea en una tarde atípica de ramos | ideal

La cena señorea en una tarde atípica de ramos | ideal


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Aroa García Almería Domingo, 13 de abril 2025, 22:46 Comenta Compartir El horario jugaba a favor de la Corporación de San Pedro. Pero las noticias que llegaban no solo de los partes


meteorológicos sino también de las corporacioens de Los Ángeles y Estrella fueron un ingrediente más de desazón. Pese a que a las 19.10 (hora a la que La Cena debía echarse a la calle) ya no


llovía, la prudencia llevó a la Corporación blanca a posponer su salida hasta las ocho. Había motivos sobrados para pensarlo todo dos veces. Pero quiso la providencia que el cielo comenzara


a respetar la voluntad de los cofrades a última hora de la tarde. Las puertas de San Pedro se abrieron para la guardería de los infantes de la Cena con una puntualidad suiza a las ocho en


punto. Ataviados con túnica blanca, capelina y cíngulo rojo, iniciaban un cortejo con túnicas blancas de cola recogida en cinturón de abacá, mostrando la elegancia característica de esta


hermandad. El Señor de la Cena, el imponente Misterio con las imágenes de Navarro Arteaga, asomaba acompañado de los cuatro manigueteros de túnica noventera, rojas con capa en el Misterio.


El exorno floral, elegante y bello, realizado por Aida Cantón y José Peralta, destacó con iris morado, limonium y cardos. El Señor de la Santa Cena lucía su túnica bordada en hilo de oro


sobre terciopelo burdeos obra de Juan Manuel González Hinojosa, y llevaba el mantolín de terciopelo azul marino, portando en su mano el cáliz realizado por Orfebrería Triana en el año 2000.


Los apóstoles, desde 2022, mantienen la misma disposición, con el Señor más centrado. Y sobre la mesa, la Hermandad ha añadido nuevos detalles: un mantel confeccionado en Almagro,


guardabrisas que iluminaban desde el interior del paso, platos con alimentos y un pan ácimo elaborado este año por la Panadería La Pelina. Una cuadrilla de costaleros consolidada, con un


andar señero, precedía a la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen, en total simbiosis con los 'pies' del Señor de la Cena. En el palio, la Señora de Fe y Caridad,


ataviada por Juan Rosales, lucía un rostrillo cedido por la Mayordomía de la Divina Pastora de las Almas, de granda de tul bordado en hojilla de oro de finales del siglo XIX. También llevaba


su puñal doloroso, una cruz pectoral y el escudo de la Ciudad de Almería, donado por una hermandad. En la candelería, un detalle que engrandece a la Hermandad: 12 de los candeleros


sostenían magníficos ramos de cera realizados por la Cerería La Esperanza Sevillana, que añadió detalles eucarísticos en forma de racimos de uva, cuidando al máximo los detalles.


Especialmente emotivos eran unos cirios en el costero izquierdo del paso, con la leyenda 'Dona sangre, dona vida', un mensaje para fomentar la donación, iniciativa con la que la


Hermandad se siente muy identificada. En el costero derecho, figuraba la leyenda 'Mater Eucharistiae' -Madre de la Eucaristía-, junto al logo de la Asociación de padres de niños


con cáncer de Almería, 'Argar', con la que la Hermandad ha colaborado en diversas campañas. Las letras fueron pintadas por el hermano de la Hermandad Juan Andrés Cabezas Martínez.


Salir a la calle es siempre un momento para transmitir mensajes, y esta Hermandad lo cumple al pie de la letra. La música, como es tradición, corrió a cargo de la Banda de Música de Berja.


Elegancia, señorío y la tradicional bulla se vivieron en la calle Ricardos durante su recogida. La Cena es sinónimo de Domingo de Ramos, y el Domingo de Ramos en Almería es verla pasar por


la calle Ricardos. Comenta Reporta un error