
Pocos argumentos ante un rival de tronío | ideal
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La situación del Covirán Granada desde hace semanas es agonizante en la Liga Endesa. La brecha con los rivales que marcan el corte de la ... salvación es amplia y cada hoja que se arranca en
el calendario aumenta la sensación inevitable de que a la tercera irá la vencida para los rojinegros, tras dos permanencias 'in extremis' en la Liga Endesa. Lógicamente, la
victoria ante el Baxi Manresa dio algo de oxígeno al equipo granadino en su búsqueda de lo improbable, pero la visita al Gran Canaria Arena devolvió a la realidad a los de Pablo Pin, cuyo
descenso podría ser incluso matemático en una semana si los resultados no le salieran de cara. Ante el subcampeón de la Eurocup y semifinalista de la Copa del Rey, necesitado además de un
triunfo para mantenerse en zona de 'playoff', el Covirán mostró la honradez que nadie le reprocha al equipo, pero también su evidente incapacidad para competir de veras a domicilio
ante un rival de ese nivel. La primera parte mostró cierta igualdad, pero el paso de los minutos enseñó el abismo que hoy día hay entre ambos equipos, y ni la perentoria necesidad de
triunfos visitante igualó una balanza demasiado dispar. Por cierto, el técnico granadino volvió a dejar, como ante el Baxi, fuera de la convocatoria a un Sam Griffin, quien parece haber
desconectado de un grupo necesitado de un milagro para la permanencia y en el que el compromiso del norteamericano de un tiempo a esta parte no es el suficiente a ojos de Pin, al punto de
que este haya dado el paso de renunciar al que quizá es el jugador con mayor capacidad de anotar del plantel. El entrenador rojinegro ha decidido morir este curso con los que quieren ir en
su barco, en el que no parece estar ya Griffin. Sea como fuere, al Covirán se le agota el tiempo y la permanencia, por el momento, en la elite. Esta vez el milagro tendría que ser tan gordo
que cuesta ya mucho creer en él.