
«escuché la voz de mi jefe e hice todo lo que me pedía» | ideal
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«Cuando llamé a mi jefe a las 4:00 horas y tenía voz de dormido me quise morir. Me entró algo malo por el ... cuerpo y me sentí humillado», resume el afectado. Dos viajes a Málaga de
madrugada, once horas atento al móvil y más de 6.000 euros que se han quedado en el aire... Una empresa de Granada cae en la estafa del 'jefe en apuros' y ve comprometidos la caja
diaria del negocio. Los afectados han denunciado los hechos a la Policía Nacional. El «mal rato» tuvo lugar el pasado lunes 7 de abril. El encargado de la empresa recibió una llamada al
terminal móvil del trabajo solicitando ingresos inmediatos de dinero para evitar las consecuencias de una multa que ascendía supuestamente hasta 40.000 euros. La petición le pilló fuera de
juego, en un día complicado. Su móvil personal estaba roto, aquel día su jefe no acudió físicamente a su puesto y tampoco quedaba ya ningún compañero. «Me dijeron los estafadores que mi jefe
estaba en una conferencia con ellos porque tenía que pagar una multa y comentaron que me iba a llamar una muchacha a la que tenía que confirmar unas claves numéricas. Pregunté entonces por
mi jefe y me dijeron que me lo pasaban. Era su misma voz. Me llamó por mi mote y me ordenó que siguiera los pasos. Le habían clonado y yo ya iba cegado en lo que me pedían. Caí en la
trampa», confiesa el trabajador. El siguiente paso de los estafadores fue conducir al empleado al único cajero de Bitcoins que opera en Granada, ubicado en el Centro Comercial Granaita.
«Hice el primer ingreso que me pedían, pero no se realizó bien y me dijeron que fuera a los estancos y gasolineras a sacar tarjetas de Apple. Gasté el dinero que tenía y me pidieron
transferencias y, como el mío no funcionaba, usé el teléfono de mi mujer para hacerlas. Decían que la empresa tendría que pagar una multa de 40.000 euros si no hacía lo que pedían. Cogí el
efectivo de la oficina y me fui a los cajeros de Málaga a hacer los ingresos que me exigían», lamenta. A las 22.30 horas el hombre continuaba liado con transferencias. Ingresaba 800 euros
cada cinco minutos. «Me justificaron que al día siguiente mi jefe me daría el día libre. Volví a Granada y tuve que hacer un nuevo viaje a Málaga. Una vez en Málaga pedí el contacto de mi
jefe, ya que mi móvil no funcionaba y al llamarle mi jefe estaba estupefacto. No estaba en conferencia con ellos, estaba dormido en la cama. Me siento culpable, pero en la empresa han sido
comprensivos», explica. Por su parte, los jefes de la víctima de esta estafa consideran que le habría podido pasar a cualquiera. Acompañaron a su empleado a denunciar los hechos y le han
apoyado en todo momento. «La Policía Nacional nos dijo que había empresarios que despedían a sus trabajadores, pero nosotros no castigamos a las víctimas. Le podía pasar a cualquiera»,
argumenta el gerente. La empresa pondrá en marcha protocolos de seguridad para evitar que la situación vuelva a repetirse. Confían en recuperar la mitad del dinero que han perdido, ya que
por seguridad algunas de las operaciones no se han registrado. Los delitos informáticos y las estafas han aumentado vertiginosamente. De las cinco mil estafas informáticas o ciberdelitos
registrados en la provincia en 2002 se pasó a diez mil casos en 2023 y la cifra se mantuvo el año pasado.