
La sequía en granada va por barrios | ideal
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Domingo, 18 de mayo 2025, 00:38 | Actualizado 09:46h. Comenta Compartir Ni llueve a gusto de todos ni lo suficiente. Un otoño y una primavera de precipitaciones, donde un manto blanco ha
cubierto Sierra Nevada, no han bastado para que los campos de la provincia se libren de las restricciones. Granada no supera por completo un lustro crítico por la sequía que, al igual que la
esperanza, va por barrios. Dentro de una misma comarca conviven los agricultores que tienen que cerrar el grifo y los que respiran tranquilos. IDEAL analiza una situación y los criterios
que se han tenido en cuenta para reducir las dotaciones de agua, que afectan de forma dispar a los regantes. En la provincia, la capacidad media de los embalses que dependen de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es del 34,42%. Según explica la CHG, las dotaciones se deciden dependiendo del agua disponible en cada sistema de explotación y conforme a los
parámetros que se marcan en el plan hidrológico. Además, se tiene también en cuenta el agua del deshielo de Sierra Nevada. Cuando se tomó la decisión a finales de abril, la provincia tenía
en estado de emergencia el sistema Alto Guadiana Menor- Guardal (el embalse de San Clemente), sistema Hoya de Guadix (embalse de Francisco Abellán) y el sistema Colomera-Cubillas, mientras
que en situación de prealerta estaban el sistema Alto Guadiana Menor-Guadalentín (La Bolera), el sistema Quéntar Canales y Bermejales. Ni llueve a gusto de todos ni lo suficiente. Un otoño y
una primavera de precipitaciones, donde un manto blanco ha cubierto Sierra Nevada, no han bastado para que los campos de la provincia se libren de las restricciones. Granada no supera por
completo un lustro crítico por la sequía que, al igual que la esperanza, va por barrios. Dentro de una misma comarca conviven los agricultores que tienen que cerrar el grifo y los que
respiran tranquilos. IDEAL analiza una situación y los criterios que se han tenido en cuenta para reducir las dotaciones de agua, que afectan de forma dispar a los regantes. En la provincia,
la capacidad media de los embalses que dependen de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es del 34,42%. Según explica la CHG, las dotaciones se deciden dependiendo del agua
disponible en cada sistema de explotación y conforme a los parámetros que se marcan en el plan hidrológico. Además, se tiene también en cuenta el agua del deshielo de Sierra Nevada. Cuando
se tomó la decisión a finales de abril, la provincia tenía en estado de emergencia el sistema Alto Guadiana Menor- Guardal (el embalse de San Clemente), sistema Hoya de Guadix (embalse de
Francisco Abellán) y el sistema Colomera-Cubillas, mientras que en situación de prealerta estaban el sistema Alto Guadiana Menor-Guadalentín (La Bolera), el sistema Quéntar Canales y
Bermejales. Ni llueve a gusto de todos ni lo suficiente. Un otoño y una primavera de precipitaciones, donde un manto blanco ha cubierto Sierra Nevada, no han bastado para que los campos de
la provincia se libren de las restricciones. Granada no supera por completo un lustro crítico por la sequía que, al igual que la esperanza, va por barrios. Dentro de una misma comarca
conviven los agricultores que tienen que cerrar el grifo y los que respiran tranquilos. IDEAL analiza una situación y los criterios que se han tenido en cuenta para reducir las dotaciones de
agua, que afectan de forma dispar a los regantes. En la provincia, la capacidad media de los embalses que dependen de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es del 34,42%. Según
explica la CHG, las dotaciones se deciden dependiendo del agua disponible en cada sistema de explotación y conforme a los parámetros que se marcan en el plan hidrológico. Además, se tiene
también en cuenta el agua del deshielo de Sierra Nevada. Cuando se tomó la decisión a finales de abril, la provincia tenía en estado de emergencia el sistema Alto Guadiana Menor- Guardal (el
embalse de San Clemente), sistema Hoya de Guadix (embalse de Francisco Abellán) y el sistema Colomera-Cubillas, mientras que en situación de prealerta estaban el sistema Alto Guadiana
Menor-Guadalentín (La Bolera), el sistema Quéntar Canales y Bermejales. Ni llueve a gusto de todos ni lo suficiente. Un otoño y una primavera de precipitaciones, donde un manto blanco ha
cubierto Sierra Nevada, no han bastado para que los campos de la provincia se libren de las restricciones. Granada no supera por completo un lustro crítico por la sequía que, al igual que la
esperanza, va por barrios. Dentro de una misma comarca conviven los agricultores que tienen que cerrar el grifo y los que respiran tranquilos. IDEAL analiza una situación y los criterios
que se han tenido en cuenta para reducir las dotaciones de agua, que afectan de forma dispar a los regantes. En la provincia, la capacidad media de los embalses que dependen de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir es del 34,42%. Según explica la CHG, las dotaciones se deciden dependiendo del agua disponible en cada sistema de explotación y conforme a los
parámetros que se marcan en el plan hidrológico. Además, se tiene también en cuenta el agua del deshielo de Sierra Nevada. Cuando se tomó la decisión a finales de abril, la provincia tenía
en estado de emergencia el sistema Alto Guadiana Menor- Guardal (el embalse de San Clemente), sistema Hoya de Guadix (embalse de Francisco Abellán) y el sistema Colomera-Cubillas, mientras
que en situación de prealerta estaban el sistema Alto Guadiana Menor-Guadalentín (La Bolera), el sistema Quéntar Canales y Bermejales. La CHG manifiesta que en el caso de que cambie el
escenario hidrológico, se revisaran las dotaciones. Las comarcas de Baza, Guadix y la Vega de Granada son las que acucian la falta de agua. Mientras que en la Costa Tropical, cuya cuenca
depende de la Junta de Andalucía, pasarán la temporada estival con tranquilidad, ya que una gran parte de la comarca se nutre del sistema de Béznar o bebe directamente del Guadalfeo. El año
pasado el litoral agonizaba de sed. Pedro Parias, secretario general de Feragua, asociación que aglutina a los regantes andaluces, explica que en varias áreas de Granada las dotaciones están
por debajo de los 1.000 metros cúbicos por hectárea, lo que es insuficiente para los cultivos y la rentabilidad de los agricultores. El umbral máximo se suele fijar en torno a los 6.000
metros cúbicos. En toda la provincia hay 20.000 perjudicados que tendrán que cerrar parcialmente el grifo, un millar de ellos solo en la Vega. Aquellas comunidades que dependen del sistema
Guardal-San Clemente cuentan con entre 1.900 y 2.500 metros cúbicos de agua, al igual que las fincas que dependen del embalse de Colomera o la Hoya de Guadix, frente a los 700 y 800 metros
cúbicos de agua que reciben el manantial de emergencia y el cantal de Albolote en la Vega de Granada. Parias señala que en comparación con un 2023 y un 2024 extremadamente secos se tiene la
percepción de que ha llovido. Sin embargo, las precipitaciones se han producido simplemente en varios episodios climáticos que para la provincia han sido insuficientes. De hecho, la capital
el 13 de noviembre de 2024 alcanzó su máximo histórico de precipitaciones con 82,6 litros por metro cuadrado, pero esas gotas no se han percibido en muchos de los embalses. «Ha llovido una
tercera parte de lo que ha caído en el resto de provincias andaluzas. Si los agricultores no cuentan con recursos alternativos se producirá un daño a la riqueza y empleo. Las comunidades de
regantes afectadas tienen que dejar de sembrar, poner las tierras en barbecho y priorizar cultivos», remacha. La asociación ha pedido al Gobierno que ponga en marcha un decreto de sequía con
condonaciones de las tarifas para aquellos que lo necesiten. En ese reparto caprichoso del agua, se aprecia que en la comarca de Baza solo los regantes que emplean el Canal Jabalcón no
tendrán problemas para regar. En 2024 vendieron ese excedente a la provincia de Almería. Juan José Navarro, técnico de la Sección de Frutos de Cáscara de la Cooperativa Nuestra Señora de La
Soledad de Huéscar, destaca que afortunadamente en la comarca, árida de por sí, el regadío tiene poco alcance, por lo que son muchas comunidades las que han tomado la decisión de priorizar
el riego de mantenimiento en las fincas. En la Costa Tropical respiran con alivio. El año pasado el Valle de Río Verde –Almuñécar-La Herradura– pasaban penurias por la falta de agua y la
salinización de los pozos. Para este verano contarán con recursos y podrán regar, según explica Maximino Prados, presidente de la Comunidad General de Regantes del Bajo Guadalfeo. El
ejercicio pasado prescindieron del agua o regaban cada 100 días en las zonas más criticas como Almuñécar. En Salobreña o Motril algunas comunidades también sufrieron leves restricciones.
Ahora prácticamente la totalidad de los pozos se han recuperado. En cambio, según explica Juan Camacho, vocal de COAG, algunas hectáreas de La Herradura no gozan la misma suerte, ya que
dependen de pozos de la Axarquía de Málaga, que no consigue deshacerse de la sequía. Los regantes de la Vega que beben de Sierra Nevada tienen todavía expectativas de mejorar su situación.
Regino Zamora, catedrático de Ecología y coordinador científico del Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada, manifiesta que queda agua por fundirse. Comenta Reporta un error Límite de
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