
Revolución química a partir de la fructosa | las provincias
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La multinacional francesa Michelin ha anunciado la construcción de una modernísima fábrica para producir a gran escala la molécula denominada '5-HMF (5-hidroximetilfurfural)', que
... muestra un amplio abanico de aplicaciones industriales y domésticas y, sobre todo, dos particularidades revolucionarias: tiene un origen natural, puesto que se obtiene de la fructosa, y
sustituye con doble ventaja a productos actuales derivados del petróleo, ya que es más eficaz y evita problemas de contaminación. Tras la eclosión de las energías verdes, ahora le llega el
turno a la química verde. Los directivos de Michelin denominan a dicha molécula como «el gigante dormido», por la bondad de sus características, la amplitud de sus aplicaciones y las
inagotables existencias de materia prima procesable para obtenerla. La compañía líder en neumáticos ha ido descubriendo en los últimos años, en colaboración con investigadores de diversas
universidades e instituciones científicas francesas, múltiples ventajas de esta sustancia para adhesivos empleados en infinidad de procesos industriales y en sectores tan diversos como el
transporte, la construcción, la cosmética, la agricultura, la electrónica, la aeronáutica..., Pero lo más importante aún es que se le vislumbra un potencial enorme, todavía insospechado, por
lo que la compañía gala considera que el desarrollo científico ha alcanzado la suficiente madurez como para iniciar una inversión de más de 60 millones de euros en la nueva factoría y, así
mismo, preparar un sistema futuro de alianzas de producción y de licencias de uso. Los procesos industriales para obtener esta sustancia son complejos y por tanto caros, en principio; sin
embargo, las fuentes de materia prima son prácticamente inagotables y siempre renovables. La fructosa es un isómero de la glucosa (igual fórmula molecular pero con distinta estructura) que
está presente en todo tipo de frutas, muchas verduras y otros artículos vegetales, como el maíz. Por tanto se trata de sustituir (y con ventajas) un recurso fósil por otro biológico y
sostenible, lo que, de paso, puede abrir nuevas puertas a muchos agricultores para producir directamente o aprovechar mejor segundas calidades de cosechas que no absorba el mercado
convencional.