Las escuchas de la trama policial de silla implican al alcalde en el acoso a una votante del pp | las provincias
- Select a language for the TTS:
- Spanish Female
- Spanish Male
- Spanish Latin American Female
- Spanish Latin American Male
- Language selected: (auto detect) - ES
Play all audios:

Las escuchas telefónicas de la trama policial de Silla desvelan que el alcalde de la localidad, el diputado socialista Vicente Zaragozá, ordenó al jefe ... de la Policía Local, tres veces en
poco tiempo, que asustara a una vecina que le había criticado en una red social, y le dijo también que lo hiciera de alguna manera que la mujer no pudiera denunciar «abuso de autoridad».
Las conversaciones telefónicas grabadas por la Guardia Civil implicarían, presuntamente, al alcalde de Silla en varios episodios de acoso que sufrieron dos vecinas de la localidad, una
votante del PP y otra mujer cuya identidad no ha trascendido, por el mero hecho de haber criticado a Zaragozá en unos comentarios en Facebook y unas observaciones en un pleno del
Ayuntamiento. Las órdenes que recibieron los funcionarios policiales fueron claras y precisas, algunas de ellas con frases vulgares y ofensivas que atentan contra la dignidad de las dos
mujeres: «acojonad a esa pepera pero bien acojonada» y «montar un buen show para que esta noche no duerma». Aunque el comisario Pedro O. le dice que la votante del PP es una mujer mayor, le
explica también que no es conflictiva y que su intención no era calumniar, el alcalde ríe a carcajadas e insiste en que tienen que asustarla, según el atestado policial remitido a un juzgado
de Carlet. Durante la conversación telefónica, Zaragozá recuerda otra vez al jefe de la Policía Local que el acoso tienen que realizarlo sin que la víctima pueda decir que el alcalde «está
utilizando recursos públicos para fines privados». Otro comentario que los investigadores de la Guardia Civil atribuyen a Zaragozá está relacionado con los jueces, que son insultados de
forma genérica. «¡Son unos hijos de la grandísima puta!», dijo el alcalde, presuntamente, en una referencia a las posibles consecuencias de las calumnias que había proferido la votante del
Partido Popular en su comentario de Facebook. Cuando el jefe de la Policía Local ordena a un oficial que acuda al domicilio de la mujer en Silla para identificarla, dice a su subordinado que
le va a mandar a «hacer una alcaldada». Esta frase indicaría que el comisario no estaba de acuerdo, al parecer, con la forma de actuar y las órdenes de Zaragozá, pero las trasladaba a las
patrullas. El mando policial también informó al primer edil sobre la reacción de la vecina acosada: «Se ha cagado en las bragas». El alcalde de Silla niega con rotundidad haber ordenado a
los policías locales que asustaran a las dos mujeres, y asegura que tampoco instó al comisario a multar al hijo de una de estas vecinas, porque le habían molestado los comentarios que
realizó su madre en un pleno. Sin embargo, la Guardia Civil tiene pruebas, al parecer, de los supuestos episodios de hostigamiento, y por ello remitió al juzgado las diligencias con las
transcripciones de las escuchas telefónicas. OPERACIÓN CONNIVENCIA La Operación Connivencia, nombre que le dio la Guardia Civil por la confabulación entre el jefe de la Policía Local de
Silla y la dueña de un 'narcopiso', se saldó el pasado mes de mayo con la detención en Silla y Burjassot de cuatro mujeres y tres hombres de entre 32 y 63 años de edad, todos de
nacionalidad española. La causa abierta por los delitos de organización criminal, tráfico de drogas y blanqueo de capitales derivó en otra investigación tras la intervención de los teléfonos
de la traficante y el comisario. Las diligencias incluyen las transcripciones de las escuchas a los dos investigados, y conversaciones entre el mando policial y el alcalde, que no sabía que
el comisario tenía el teléfono intervenido. En su declaración ante la Guardia Civil, la dueña del 'narcopiso' inculpó al jefe de la Policía Local al manifestar que le facilitaba
información a cambio de que hiciera «la vista gorda», es decir que no impidiera que ella vendiera droga. Además, la traficante dio detalles de una reunión que habría mantenido con el
comisario, y explicó que tuvo que dejar su teléfono móvil fuera de la habitación donde estuvieron hablando unos minutos. Según su versión, la mujer recibió presiones para delatar a los
pequeños traficantes que le suministraban droga e incluso asegura que realizó pedidos por exigencias del comisario. De ser cierto, el jefe de la Policía Local podría ser acusado de inducción
al delito. El alcalde también negó su implicación en la trama policial y defendió al comisario: «Dudo mucho que haya hablado con esa señora. Me lo hubiera dicho, no lo creo ni de coña»,
aseveró Zaragozá.