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El arte es tan libre y ecléctico que cualquier motivo o circunstancia puede influir en el artista a la hora de crear. «Nuestro cuerpo está ... íntimamente conectado con nuestro lenguaje, y

por ello se establece un dialogo a nivel conceptual y estético que puede dar lugar a increíbles obras de arte, a piezas que recogen en sus entrañas conceptos como cuerpo, lenguaje tiempo y

deseo». Javier Pividal no ha dejado nunca de investigar sobre el signo, el lenguaje y el vacío, unos conceptos que le han llevado a presentar construcciones geométricas que, bajo la

apariencia de rejas o celosías, albergan una escritura que se traza en el aire. El artista es, según se define, un experto en conjugar «el vacío dejado por un cuerpo ausente con la presencia

expandida de un alfabeto en el que el cuerpo de la letra, fría y poliédrica, intenta declinar esta pérdida partiendo de la imagen y el dibujo hasta desembocar en el territorio del objeto y

la instalación». Cartagenero de nacimiento, afincado en Madrid, Pividal ha regresado 25 años después a su ciudad natal para exponer a lo grande. La sala del Palacio Consistorial acogió este

viernes la inauguración de 'A drawing in the air', una recopilación de espectaculares piezas realizadas desde el año 2024, convirtiéndose en una muestra muy interesante y actual.

El artista, que estudió Bellas Artes en la Universidad de Valencia, se mostraba, dijo a LA VERDAD, «muy emocionado por volver a una ciudad de la que salí hace 25 años. Precisamente fue aquí

donde realicé mi primera exposición individual». Contaba, además, que prefiere «no hablar de un estilo determinado de arte, porque lo que hago es tratar con mis creaciones cuestiones como la

relación entre el lenguaje y el cuerpo humano, estableciendo un decálogo a nivel conceptual y estético». En un paseo por la muestra, los visitantes conocieron piezas geométricas que hablan

del texto y se leen con imagines, como 'El abecedario', una imponente composición de hierro cromado trabajado de forma «geométrica que yo he diseñado». También se pueden admirar

máscaras sobre tela, unas composiciones que, en realidad, son «palabras». Pividal llega a Cartagena después de que el director general de Cultura del Ayuntamiento, Eugenio González, viera su

obra en ARCO acompañado de la alcaldesa, Noelia Arroyo. «Creo que la ciudad ahora le va a hacer justicia a este artista cartagenero», explicaba González, acompañado del concejal de Cultura,

Nacho Jáudenes, quien señaló que «esta muestra está enfocada dentro del giro expositivo que estamos realizando». Entre los asistentes a la inauguración, artistas como Fernando Sáenz de

Elorrieta, Juana Jorquera, Ángel Mateo Charris, Joaquina López Alarcón y Juan Manuel Díaz Burgos. Todos ellos mostraron su admiración por la obra de Pividal, «muy interesante que nos deja el

arte y la evolución de uno de los grandes artistas de Cartagena». Tampoco faltaron a la cita Martín Cerón, Ana Marín, Salvi Vivancos, Silvia Hermoso, José Luis Cegarra, Gloria y Paula

Pividal, Marina Bolt, Lali Sánchez, Avelino Marín y Pedro del Real. Jóvenes como Adrián Sánchez, Eva Calero y Gonzalo Pérez se acercaron a disfrutar de las instalaciones, como 'El

tiempo y el deseo', dos escultoras en acero inoxidable que nos dejan mensajes como que «el tiempo es el lugar en el que sigue ardiendo la llama del deseo». Tampoco faltaron a la cita

familiares como Ana María Osete y Pedro Montoya, quienes alabaron al artista calificándolo de «fuera de serie». Muchos fueron los coleccionistas de la zona que se acercaron a ver la muestra

y que hablaron con Ángeles Sánchez, la responsable de la galería Artenueve. «Nosotros llevamos la obra de Pividal desde hace más de 20 años. Él tiene un abecedario encriptado con el que ha

construido su propio discurso y ha sabido dar visibilidad a los problemas de otros artistas a través de su trabajo». Entre cuadros sutiles, extraños, rompedores, creaciones de gran formato y

una muestra de jarrones vaciados de plomo, transcurre una muestra que los expertos recomiendan no dejar de visitar.