La expresión 'estar hasta el gollete' | la verdad

La expresión 'estar hasta el gollete' | la verdad


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Años ha que no escucho la palabra 'gollete', pero un chispazo viejuno me retrotrae a la época juvenil en la que la escuchaba con alguna ... frecuencia en boca de los viejos del


lugar que alimentaban el acontecer diario con refranes, adagios o dichos populares con un ingenio sobrevenido de la experiencia y basado en todos aquellos acontecimientos que acaecían en la


vida cotidiana de las personas. Cuando esto ocurre, el poder sin límites desemboca en un nihilismo cuyo único sentido es la negación de todo principio o valor. Los organismos públicos de


todo signo están trufados y edulcorados de hermanísimos, cuñadísimos, amiguismos y demás enchufismos interesados. Con bastante acierto, los viejos de mi juventud, cuando concurrían hechos,


acontecimientos o vicisitudes que resultaban insoportables para las personas normales, como estafar, abusar, faltar al respeto o cualquier otro que servía para extralimitarse en su cometido


y aprovecharse de las personas inocentes y explotarlas vilmente y sin escrúpulos, pronunciaban con cierta socarronería que estaban hasta el gollete. Generalmente, cuando gozaban de riqueza o


de cierto poder que los capacitaba para violar los derechos del prójimo. La verdad es que, en vez de corregirse estas prácticas abusivas, cuando gozamos de más posibilidad de información o


la tan cacareada libertad, sucede todo lo contrario, aumentan exponencialmente hasta límites insospechados. Pues bien, estos viejos semianalfabetos, ante tantos despropósitos, utilizaban la


expresión 'estamos hasta el gollete' por estas prácticas abusivas e indecentes que observaban que ocurrían en el devenir diario. Aunque el diccionario de la RAE aclara en el


significado de gollete, en su primera acepción, que es «parte superior de la garganta por donde se une a la cabeza». Y, en su segunda acepción, «cuello estrecho que tienen algunas vasijas,


como garrafas, botellas, etcétera». Sin embargo, a pesar de los significados que le asigna la RAE, los ancianos de aquella época usaban el vocablo 'gollete' para demostrar su


irritación y cabreo ante los atropellos y explotación a los más indefensos, débiles y vulnerables, además de desmontar la farsa de los explotadores. Quizá, ellos lo relacionaban con las


estrecheces que tenían que soportar los afectados de estos abusadores que se valían de su poder y prepotencia. En estos tiempos en que abundan los amiguismos, enchufismos y compañerismos con


enorme exageración, acompañados de una cara dura sin precedentes, estoy totalmente convencido de que estos expertos ancianos con el lomo encorvado y dolorido y las manos torpes y arrugadas,


hartos de destripar terrones y romperse la cintura en las faenas agrícolas para poder sacar adelante a la familia honradamente, ahora se quedarían pasmados, casi sin respiración, y se les


estrecharía tanto el gaznate que chillarían alto y claro que «estamos hasta el gollete».