La cronología de la tensión entre Cristina e Iñaki Urdangarin: del divorcio a la postura de sus hijos

La cronología de la tensión entre Cristina e Iñaki Urdangarin: del divorcio a la postura de sus hijos


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Lo que parecía un divorcio tranquilo y en buenos términos ha derivado en una tensa relación entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. La separación de la hija del rey Juan Carlos y del


que fuera jugador de balonmano se produjo hace casi un año después de un tiempo viviendo una intensa crisis. La relación comenzó a torcerse en cuanto Urdangarin salió de la cárcel de Brieva.


Durante el tiempo que estuvo privado de libertad, la infanta Cristina y sus hijos viajaron de forma constante desde Ginebra hasta Ávila para visitarle en prisión. Una vez le fue concedido


el tercer grado, Urdangarin viajó directamente hasta Vitoria, donde se estableció junto a su madre. Meses más tarde encontró el amor de la mano de Ainhoa Armentia, su compañera de trabajo.


A partir de ese momento, no volvimos a ver al matrimonio junto. Aún así, se apuntó a que habían quedado como una expareja bien avenida, sobre todo teniendo en cuenta que la figura de la


infanta Cristina fue fundamental -y es- para que Urdangarin pueda seguir adelante a su acomodada vida. Sin duda alguna, la firma del acuerdo de divorcio fue todo un escollo en el tránsito de


su relación y se convirtió en la piedra angular por la que comenzaron las pequeñas tensiones entre ellos. Aunque ya se habían separado hace tiempo, el divorcio no lo firmaron hasta un


tiempo después porque tuvieron que llegar a una decisión sobre todo lo que tenían en común -que no era mucho-, pero en el que jugaban un papel central sus hijos.


Finalmente, fue la infanta Cristina quien dio su brazo a torcer y decidió encargarse ella de la manutención de sus hijos. Además, llegaron al acuerdo de que el exduque podría veranear en el


apartamento en el que siempre habían pasado la temporada estival en familia, siempre y cuando lo hiciera en presencia de sus vástagos. Finalmente, el pasado mes de abril fue uno de los meses


claves en la vida de Iñaki, a quien se le retiró los escoltas. De esta forma, el exmarido de la infanta Cristina conseguía ser un hombre libre y, sobre todo, sin vivir bajo la


responsabilidad de la que había sido su familia política durante tanto tiempo. El deseo de Iñaki era el de tener una vida tranquila y discreta, algo que pensaba que iba a conseguir con la


marcha de su equipo de seguridad.


Algo que, a pesar de todos los esfuerzos, no se ha producido. Urdangarin sigue siendo un personaje público y su vida sigue interesando a la prensa -para muestra, un botón-. Además, también


mantiene cierta relación económica con la familia del Rey, a juzgar por las imágenes que hemos podido ver de él conduciendo un coche que está a nombre de la infanta. Aún así, no ha


encontrado trabajo, una de sus grandes preocupaciones. Lo que ha hecho que no pueda ganar dinero por su cuenta y tenga que vivir de las indemnizaciones que ha ganado en sus batallas con la


justicia, como confirmó su abogado. A nivel sentimental, sí que Iñaki ha ido cumpliendo sus deseos.


El exduque está viviendo con Ainhoa Armentia en la misma casa. Una vez salió de prisión, el exduque de Palma se mudó a la casa de su madre y, luego, a la de un familiar. Una vez que su


relación se ha asentado, no lo han dudado ningún momento y se han ido a vivir juntos. Tanto es así que Ainhoa está totalmente integrada en la familia, a juzgar por la imagen que se publicó


en Lecturas, donde se podía ver a la mujer junto a Claire, la madre del exdeportista. A pesar de todo, destensionar y mejorar su relación con la infanta Cristina es todavía una cuenta


pendiente. Sí que es cierto que, en todo este tiempo, intentan coincidir las menores veces posibles.


Es más, cuando, por ejemplo, la infanta Cristina va a ver a su hijo Pablo jugar al balonmano, Iñaki no lo hace. Y viceversa. Lo que denota que su relación no es tan cordial como se pensaba.


Lo mismo sucedió a finales del mes de septiembre cuando Irene se mudó hasta Inglaterra para comenzar su carrera universitaria. La joven estuvo acompañada en su pequeña mudanza por su madre y


por su pareja, Juan Urquijo, pero sin rastro de Iñaki. Y lo cierto es que ella, junto a su hermano Juan, fueron quienes vivieron más intensamente la separación de sus padres. Volver a


llevarse bien con él y, sobre todo, mantener una relación cordial con Ainhoa fue, durante mucho tiempo, una asignatura pendiente para todos ellos.


Por ahora, como recogen desde Lecturas, no hemos podido ver ninguna imagen de los hijos de la infanta Cristina junto a Ainhoa Armentia e, incluso, las apariciones públicas con Urdangarin


pueden contarse con los dedos de una mano. Es más, la pareja ha viajado hasta Camboya y Londres, para visitar tanto a Irene como al propio Juan, pero no se ha tenido constancia gráfica de


ninguna de esas escapadas. Tampoco de su verano en familia en Bidart.


Marina Ochoa (Madrid, 1996) es graduada en Periodismo y Ciencias Políticas y Gestión Pública por la Universidad Rey Juan Carlos y tiene… Ver más


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